Debemos elegir el nombre de dominio en internet que cumple con las características necesarias para el objetivo de negocio fijado. Las variables que afectan a este objetivo serán, entre otras:
- Capacidad de atraer tráfico de buscadores mediante SEO. Esta característica requiere de un correcto análisis del potencial de numero de búsquedas para las palabras clave que aparezcan en el nombre de dominio, pero también del nivel de competencia en resultados de búsqueda
- Capacidad de reducir el coste por clic en campañas en buscadores o SEM, por ejemplo en Adwords de google, aportando una mejora en el nivel de calidad o quality score de la landing page
- Que contenga el nombre de la marca, producto o servicio, combinando en este caso el elemento SEO con el de branding y reconocimiento de marca
- Que sea fácil de recordar o comunicar en entornos offline y publicidad en punto de venta o plv (radio, vallas publicitarias, etc)
- Que podamos registrar todos los tipos de dominio (.com, .net, .es, biz,…)
- El idioma que tendrá más peso, o si precisa de registrar dominios con palabras clave para cada país.
- Dominio corporativo y dominio comercial, o trabajar con dominio y subdominios.
La selección de un Dominio de Internet no es un mero brainstorming y posterior compra del dominio disponible, obedece a un análisis estratégico que debemos considerar dentro de un plan estratégico de marketing y comunicación de la empresa. Debemos tomar las decisiones con la cabeza fría y los números a la vista. Así es mucho más sencillo decantarse por el que será/n nuestro/s nombre/s en Internet.
Si el primer punto tratado, qué elementos hay que considerar para elegir el nombre de dominio en internet es un hito crítico para conseguir el mayor retorno en términos de tráfico o negocio en internet, la forma en la que adquirimos nuestro nombre de dominio es crítica en términos de titularidad y disponibilidad del dominio para que podamos gestionarlo libremente sin ningún tipo de condicionamiento.
¿Es en realidad mío el nombre de dominio que utilizo?
No siempre, desgraciadamente.
En numerosas ocasiones estamos utilizando un dominio de internet por el que estamos pagando una cuota de mantenimiento, y realmente no tenemos ni la titularidad ni el control sobre el mismo.
Aquí no entraremos en cuestiones de legalidad o jurídicas, solo en la parte operativa, de la cual solo trataremos los principales aspectos que hemos de vigilar cuando “compramos” un dominio en internet.
1.- Antes de elegir con qué empresa de registro de dominio vamos a adquirir nuestro nombre de dominio, hemos de consultar y tener claro que una vez registrado, no tenemos limitaciones para realizar las gestiones habituales a lo largo de la vida de nuestra actividad en internet, por ejemplo y entre otras funcionalidades:
- Aparecemos como titulares del dominio, así como contacto administrativo. Esto es así pues cualquier gestión que se realice para cambios de registro del dominio, se confirman en el email de contacto administrativo bajo tu control, habitualmente un gmail, hotmail o similar, nunca un email asociado al dominio en cuestión.
- El dominio no tiene ningún tipo de bloqueo para realizar un cambio de registrador.
- Los pagos para la renovación del dominio no están condicionados al mantenimiento de un hosting en concreto o del hosting de la empresa que ha registrado nuestro dominio.
- Puedo automatizar la renovación del dominio o en su defecto recibo notificaciones con la suficiente antelación sobre la caducidad del mismo.
De no ser así, si no se cumplen al menos estas características básicas, podrías no tener la capacidad de maniobra suficiente y control de tu dominio para no tener condicionantes que en casos extremos, pueden suponer que pierdas totalmente tu nombre de dominio y la única forma de recuperarlo sean los tribunales de justicia, que afortunadamente no es un extremo al que se llegue, pero mejor evitar estas situaciones.
2.- Dispongo de un panel de gestión de mi dominio, en el cual puedo realizar las gestiones habituales con mi dominio de internet cuando las necesite y sin depender de terceros que dificulten cualquier gestión en tiempo y forma:
- Cambiar las DNS de mi nombre de dominio, para todos los servicios o poder cambiar parcialmente las DNS solo para web, para un subdominio que está en otro hosting, solo para email, para todos los servicios, etc. En resumen, asociado a un nombre de dominio puedo redireccionar cada tipo de servicio a hosting y servidores en ubicaciones distintas, a traves de las “zonas DNS”
- Generar un Auth-code para transferir mi dominio a cualquier otro registrador
- Ver el estado de renovación de mi dominio, renovarlo y pagar la cuota de mantenimiento
- Poder configurar otro tipo de variables relacionadas con el nombre de dominio, como los datos de contacto y titular, tanto técnico, como de facturación, administrativo, etc
- Ocultar los datos de registro del dominio si preciso de privacidad sobre esta información
- Poder tener el dominio aparcado, redireccionado o activo.
- Para los dominios .es, las cosas cambian un poco, en primer lugar no tienen auth-code ni se pueden bloquear, basta con confirmar la transferencia en un email que red.es enviará al contacto administrativo. De ahí la importancia de que nuestro email aparezca en el contacto administrativo del registro del dominio. Por otra parte, las transferencias son casi inmediatas, en 1-2 horas una vez confirmadas se completan.
- Respecto a los datos de contacto del dominio, en los .es se mantienen los que tenga en el momento de trasladarse, y para el resto durante la solicitud normalmente y en algunos paneles de gestión del dominio, se puede aprovechar para modificarlos, indicando las modificaciones. Los datos de contacto podemos cambiarlos en todos los casos en cualquier momento menos el titular de los .es, hay que hacerlo directamente en red.es y es menos sencillo.
Estos procedimientos pueden variar respecto a lo aquí indicado, por cambios en los protocolos, la normativa o símplemente por las funcionalidades que cada registrador permite modificar, y sus propios procesos internos, ya que en algunos casos dependen a su vez de otros registradores de ámbito superior, registradores oficiales, etc y según el grado de intermediación que tenga quien nos gestiona nuestro dominio.